Descubre un encantador circuito diseñado especialmente para estimular la curiosidad de los más pequeños a partir de los 18 meses. Este juguete educativo es perfecto para fomentar la motricidad fina, gracias a sus coloridas cuentas con formas de animales que capturan la atención del bebé. Con cada deslizamiento a través de la montaña, los niños no solo se divierten, sino que también desarrollan habilidades esenciales para su crecimiento.
El juego incluye dos zanahorias encajables y un tomate apilable, ofreciendo múltiples formas de interacción y aprendizaje. Este juguete de calidad, realizado en madera, es ligero y fácil de transportar, lo que permite que los pequeños puedan disfrutar de su tiempo de juego en cualquier lugar. En Brincaluz, creemos en la importancia de ofrecer juguetes que no solo entretengan, sino que también contribuyan al desarrollo emocional y educativo de los niños. Este circuito es una excelente opción para padres que buscan fomentar el aprendizaje a través del juego.